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Artículo III

Declaración de Fe

La Iglesia Evangélica Bautista Sublime Gracia afirma y cree lo siguiente:

  • Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, totalmente inspirada y sin error en los manuscritos originales. Escrita bajo la inspiración del Espíritu Santo y que tiene autoridad suprema en todos los asuntos de fe y conducta (Salmos 12:6; 93:5; 119:18; Isaías 55:10-11; Jeremías 23:29; 2 Timoteo 3:16; 2 Pedro 1:21).

 

  • Creemos que hay un Dios vivo y verdadero, que existe eternamente en tres Personas; que son iguales en cada perfección divina y que llevan a cabo distintas pero armoniosas funciones en la obra de la creación, providencia y redención (Deuteronomio 6:4; Isaías 44; Génesis 1:26; Mateo 3:16-17; 28:19; Juan 14:9).

 

  • Creemos en Dios el Padre, un Espíritu infinito y personal, perfecto en santidad, sabiduría, poder y amor. Creemos que está al tanto de los asuntos de todas las personas, que Él escucha y contesta oraciones, y que Él salva del pecado y de la muerte a todos aquellos que vienen a Él a través de Cristo Jesús (Deuteronomio 6:4; Salmo 14:1; 19:1; Juan 4:24; Hechos 17:27-28; Romanos 1:20; 2 Corintios 4:4;  Gálatas 3:26; Efesios 2:19; 1 Pedro 1:3).

 

  • Creemos en Jesucristo, el Unigénito Hijo de Dios, concebido por el Espíritu Santo. Creemos en Su nacimiento de una virgen, en Su vida sin pecado, en Sus milagros y enseñanzas. Creemos en Su muerte expiatoria sustitutoria, en la resurrección de Su Cuerpo, en Su ascenso a los cielos, en Su intercesión perpetua por Su pueblo, y en Su regreso corporal a la tierra (Miqueas 5:2; Isaías 7:13-14; 9:6-7; Juan 1:1-3; 8:58; 13:1; 17:5; Mateo 1:15-25; 28:1, 20; Filipenses 2:6; Colosenses 1:15-19; Hebreos 1:3; 13:8; Apocalipsis 1:8).

 

  • Creemos en el Espíritu Santo quien vino del Padre y del Hijo a convencer al mundo de pecado, justicia y juicio y a regenerar, santificar y dar poder a todos los que creen en Cristo Jesús. Creemos que el Espíritu Santo permanece en cada creyente en Cristo y que Él es un ayudador que habita en el creyente enseñándole y guiándole (Juan 16:13-14; Hechos 1:8; 5:3-4; 13:2; 28:25-26; 1 Corintios 2:9-11; Gálatas 4:6; 5:18; Romanos 8:14, 26; Efesios 4:30; 5:18).

 

  • Creemos que todas las personas son pecadoras por naturaleza y porque así lo escogieron y están por lo tanto bajo condenación eterna. Creemos que aquellos que se arrepienten de sus pecados y reconocen a Cristo Jesús como Salvador son regenerados por el Espíritu Santo (Juan 1:13; 3:3, 5, 7; 5:24; Romanos 3:23; 1 Juan 3:9; 4:7, 18; 5:1; 2 Corintios 5:17; Colosenses 2:13; Efesios 2:1; 4:24).

      Por lo tanto, creemos que la salvación del creyente es eterna y no se puede perder bajo ninguna circunstancia (Juan 3:36; 10:27-30; 11:25; Romanos         8: 28-39;  Efesios 1: 13,14; 1 Juan 5:11-12).

 

  • Creemos en la iglesia universal, un cuerpo espiritual vivo del cual Cristo es la Cabeza y todas las personas regeneradas son miembros. Creemos en la iglesia local, formada por creyentes en Cristo Jesús, bautizados en profesión de fe y unidos para alabar y trabajar en compañerismo. Creemos que Dios ha puesto sobre los miembros de la iglesia local el deber primordial de impartir el Evangelio de Jesucristo al mundo perdido (Mateo 16:17-19; 18:17; Juan 17:21; 1 Corintios 3:12; Efesios 2:20; 4:11-13, 15-16; 5:25-27; 1 Pedro 2:5).

 

  • Creemos que los cristianos deben vivir una vida para la gloria de Dios y para el bienestar de los demás; que su conducta debe ser pura ante el mundo; que deben ser mayordomos fieles de sus posesiones y que deben buscar la madurez espiritual total para ellos y los demás (Mateo 5:7; 22:37-40; Romanos 12:1-21; 1 Corintios 10:31; 13; 16:14; Gálatas 5:13; Efesios 2:10; 4:2-16; Colosenses 3:1-17; 1 Timoteo 1:5; 3:9; 4:9-16; 2 Timoteo 1:13).

 

  • Creemos que el Señor Jesucristo ha dado dos ordenanzas a la iglesia local: el Bautismo y la Santa Cena. Creemos que el Bautismo cristiano es la inmersión de un creyente en las aguas en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Creemos que la Santa Cena fue establecida por Cristo para conmemorar Su muerte. Creemos que estas dos ordenanzas deben ser observadas y administradas hasta el regreso del Señor Jesucristo (Mateo 3:13-17; 26:17-19; 28:18-20; Hechos 2:37-42; 8:26-40; Romanos 6:1; 1 Corintios 11:23-34; 1 Pedro 3:21).

 

  • En cuanto al Bautismo:

Cualquier persona que confiese su fe en el Señor Jesucristo y de evidencia de regeneración y tenga el anhelo de ser obediente a la ordenanza del Señor puede ser bautizado.

Procedimiento:

Para ser bautizado, la persona debe haber hecho primeramente pública su profesión de fe y haber recibido clases bautismales dentro del programa de la iglesia, y en no más de una semana, después de terminar sus clases, será entrevistado por el Pastor y/o la Junta Administrativa, quienes determinarán el momento en que presentarán a la iglesia a la persona para el bautismo y su solicitud escrita para la membresía si así lo ha solicitado dicha persona.

En el caso de los niños, además de cubrir los requisitos arriba señalados, éstos podrán ser bautizados desde la edad de 12 años, pero no serán miembros de la iglesia hasta que cumplan la mayoría de edad (18 años) y lo soliciten por escrito.

La ceremonia de bautismo será oficiada por el pastor y el asistente que él determine.

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  • En cuanto a la Santa Cena:

En la ministración de la Cena del Señor la práctica de esta iglesia será conforme a Primera de Corintios 11:23-34, donde se señala la responsabilidad de cada creyente de discernir su buena comunión con el Señor. Por lo tanto, la invitación a la participación a la Cena del Señor está abierta a las personas mayores de 12 años que hayan confesado públicamente a Cristo como su Señor y Salvador, dejando a su conciencia su digna participación en la Cena del Señor.

Esta iglesia no requiere que el creyente sea bautizado para participar en la ceremonia de la Santa Cena.

El servicio de la Santa Cena será oficiada por el pastor y los asistentes que él determine.

 

  • Creemos que cada creyente tiene una relación directa con Dios, y es responsable ante Él de su testimonio de fe; que cada iglesia es independiente y debe de ser libre sin ninguna interferencia de alguna autoridad eclesiástica o política; que por lo tanto, la Iglesia y el Estado deben mantenerse separados ya que tienen diferentes funciones, cada una cumpliendo con sus deberes libres de dictadura o patrocinio de la otra (Juan 8:32, 36; Romanos 8:2; Gálatas 5:1-15; Santiago 1:25).

 

  • Creemos que las iglesias locales pueden promover mejor la causa de Jesucristo cooperando una con la otra para la expansión del Reino de Dios, sean estas iglesias independientes o con afiliación a una  denominación evangélica (Hechos 4:24-31;  1 Corintios 3:1, 23; 2 Corintios 1:11; Gálatas 5:13; Efesios 3:17-19; 4:2; Filipenses 2:2, 29; Colosenses 3:12; 1 Juan 4:7-8; 3 Juan 1:8).

 

  • Creemos en el regreso personal y visible del Señor Jesucristo a la tierra y en el establecimiento de Su Reino. Creemos en la resurrección del cuerpo, en el juicio final de los impíos, y en la felicidad eterna de los justos y el sufrimiento eterno de los no creyentes (Juan 5:25; Hechos 1:9-11; 1 Corintios 15:50-58; 1 Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 1:7, 20- 22). 

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